
De más que probable origen árabe en España, la Berenjena de Almagro es un producto único en el mundo y con carácter propio que desde hace casi mil años se ha venido elaborando de forma tradicional en los hogares de Castilla, Andalucía y Valencia. Así, el agrónomo Sevillano Abú Zacarías, ya en el Siglo XI y en su Libro de la Agricultura, es el primero que menciona la Berenjena como hortaliza, siendo también la primera obra donde se habla de la Berenjena conservada en Vinagre. Posteriormente, a principios del Siglo XII, el gran poeta árabe Ben Sara de Santarén describe la Berenjena en su célebre “Cancionero de Baena” con estos hermosos versos:
“Es un fruto de forma esférica
alimentado por abundante agua
de los jardines.
Ceñido por el caparazón de su peciolo,
parece un rojo corazón de cordero
entre las garras de un buitre”

Si bien no existen datos históricos que corroboren la trayectoria completa de este cultivo tan nuestro, sí existen por contra testimonios repartidos por toda la geografía española que avalan el fuerte arraigo de la Berenjena en nuestros pueblos, de forma que aún es posible hallar familias que se enorgullecen de guisar y aliñar en sus hogares berenjenas al estilo de como lo hacemos en Almagro y el Campo de Calatrava, ya sea al norte o al sur de Despeñaperros.
Hoy en día se definen las Berenjenas de Almagro exclusivamente como las elaboradas en el Campo de Calatrava y que están amparadas por la Indicación Geográfica Protegida “Berenjena de Almagro” y sus normas de calidad.
La historia del origen del nombre “Berenjenas de Almagro” es relatada a continuación, y sirve para arrojar algo de luz sobre la misma:
“Tras la Guerra Civil Española, en la dura posguerra de los años 40, se comenzaron a comercializar por parte de una serie de familias almagreñas las primeras Berenjenas envasadas en orzas de barro y que, tapadas con trozos de saco y yeso, eran transportadas a Madrid para su venta a granel. Las orzas tenían una capacidad de 25 kgs., y eran llevadas por personajes populares de Almagro como Valeriano Bella “Cadenas”, Pepe “el Tren” y Antonio Téllez; estos personajes iban pregonando por ferias y mercados el nombre de las berenjenas, el cual todos decían como “Berenjenas de Almagro”, de forma que fueron los pioneros en popularizar el nombre de nuestro producto por toda España. A ellos se les sumaron otros almagreños que también hacían las populares ferias y mercados vendiendo Berenjenas por unidades, como la familia de los Romero, o familias que también las vendían en Almagro en tiendas y casas propias, como la familia de los Morris. Otros pioneros de la Berenjena de Almagro muy conocidos en su época fueron Manuel “el de la Taberna”, “Pierres”, “La Prisca”, etc.
“Posteriormente, el año 1963, la Berenjena se llegó a distribuir en garrafas de vidrio de boca ancha que eran tapadas con corcho, y ese mismo año los hermanos Jorreto, desde la localidad de Aldea del Rey, envasaron por primera vez Berenjenas de Almagro en latas metálicas, las cuales sometieron a un proceso de “baño maría” para su conservación.
“La primera fábrica con proceso enteramente industrial fue construida un año después, en 1964, por el impulso de tres amigos de Almagro: Manuel Moreno, Rufino González y Vicente Malagón Abad, dándose el pistoletazo de salida a una industria que, con numerosos altibajos, ha continuado hasta la actualidad.
“Vicente Malagón Abad, con el nombre de Conservera Almagreña, continuó con la labor de producir Berenjenas de Almagro durante los años 70, siendo en 1984 cuando se crea Vicente Malagón, S.A., empresa que continua en la actualidad con esta actividad centenaria heredada de nuestros antepasados.
